Catálogo de gilipoetas

Batania, verruga neorrabiosa, después de reconocer sus delitos contra la poesía, habiendo confesado que buscó atajos para hacerse Píndaro en una noche, y profundamente arrepentido de sus audacias, se ha impuesto escribir como penitencia este Catálogo de gilipoetas, donde tratará de identificar sus mentiras y las de sus maestros. Por tanto, asida la péñola de la verdad, define y acusa a los siguientes poetas:


1. El que anuncia que la posteridad le hará justicia y exhibe como estampitas a Lautréamont y Van Gogh, genios muertos en el anonimato, sólo para que notemos analogías con su autor favorito, que es él mismo, y habla de venganzas póstumas y generaciones reparadoras, sólo porque el martes cumplió 93 años y no ha conseguido publicar nada más que un poema, y fue en coedición con el alcalde de su pueblo, GILIPOETA DE SIGLO TREINTA Y TRES O CUARTO MILENIO.

2. El que denuncia los tongos de los premios literarios, sólo porque no está bien colocado para meter allí su pituitaria, y ataca al Adorión y al Hipenais y a los Juegos Florales de segundo de BUP, y todo porque no se le mete en la cabeza que, para ganar un concurso, quizá deba asombrarnos a todos y escribir un verso decente, GILIPOETA DE TRES ENCHUFES Y CINCUENTA WATIOS.

3. El que denuncia por pedestres a los poetas sociales, bukowskianos o de la experiencia, sólo porque él ha nacido en Serrano y siempre tuvo paga doble los domingos, y considera que escribir la palabra zanahoria o la palabra tenedor es ramplón y chabacano, todo porque él sólo escribe de cantárida para arriba, y piensa que la leche se hace en Carrefour y las ovejas las fabrican en serie los de la General Motors, GILIPOETA PIRRIMPLÍN Y DE PARIS HILTON.

4. El que para corregir al gilipoeta anterior denuncia a los poetas puros y se erige en mandamás de la sencillez y del vocabulario raso, sólo porque no quiere comprarse un diccionario y quedarse una tarde a leer un libro, y mueve su mandíbula contra los maricones y jardineros, entre los que incluye a toda la poesía universal, sólo porque lo que de verdad le mueve es la prosa y aún no se ha dado cuenta, GILIPOETA MAZORRAL Y CABRA DE LA LEGIÓN.

5. El que ataca a Gamoneda y a Gonzalo Rojas, a Benedetti y a Nicanor Parra, a Gioconda Belli y a Aridjis, a Gimferrer y a Idea Vilariño, y también a Gelman y Olvido García Valdés, de tal forma que le disgusta todo lo que levanta un palmo del suelo, sólo porque sufre alergia a la excelencia y padece atracones de envidia cochina, y en cambio le gusta menudear entre minivates y analfabetos de cinco tenedores, todo para abusar de su pretendida genialidad, y hasta se opone a las acacias de las aceras, porque le dan mucha sombra, GILIPOETA TIÑOSO y CABEZA DE RATÓN.

6. El que siempre está escribiendo el poemario del siglo, y ya han pasado cinco años y no ha enseñado ni la uña de un verso, y aún se escuda en que Virgilio tardó más en escribir la Eneida, sólo por darse el pisto de profesional y riguroso, GILIPOETA DE LARGO PLAZO AL 9% DE INTERÉS.

7. El que siempre está amenazando con el suicidio y ha intentado matarse muchas veces, tantas que va por la número setenta, todas fallidas por mala suerte, a causa de que sacó un notable en el tercer parcial de geografía, donde él solía sacar sobresaliente, o porque su tía le obligó a ponerse aquel jueves unos calcetines amarillos, a él que no puede sufrirlos, y detalla compungido que no ha podido superar aquello, por más que ya hayan pasado treinta y cinco años, GILIPOETA DE TÍRATE DE UNA VEZ Y DÉJAME EN PAZ.

8. El que se pinta el pelo de verde y mañana de amarillo, y luego de azul y más tarde de rojo, sólo para que veamos la genialidad que se nos escapa en sus poemas, y te cuenta historias asombrosas que le pondrían a la altura de Leónidas, si no fuera porque nunca hay testigos de sus hechos, pues es la única fuente de sus hazañas, GILIPOETA DE CIEN CAÑOÑES POR BANDA Y A TODA VELA.

9. El que escribe sus poemas a lo claro, y una vez acabados los oscurece, sin duda para aparentar una profundidad que no tiene, y afila el pico para hablar de otreidades, estéticas del vacío y la fuerza del silencio, sólo porque una vez fue concreto y le llamaron asno, GILIPOETA DEL MINOTAURO Y SIN FAROS ANTINIEBLA.

10. El que denuncia a los poetas que dedican todo su tiempo a la poesía, y les acusa de profesionales y de violadores de las musas, y con acento grave señala que la inspiración sólo se concede a quien no la pide, todo porque él sólo puede escribir el sábado y el domingo, pues el resto de la semana trabaja de sirviente para Telefónica, GILIPOETA DE MENOS ES MÁS TONTO.

11. El que escribe siete folios al día, creyendo sin duda que la mera cantidad le acerca un poco a Lucrecio, y lee como cinco bibliotecarios sin preocuparse de hacerlo despacio, y gusta de atacar a todas las bases sociales, familiares y territoriales, que son las mismas que le permiten su dedicación a la poesía, y aún así lo único que ha conseguido hasta ahora es que le llamen honrado, y de tal manera que no sabe si es insulto o elogio, GILIPOETA BATÁNICO O NEORRABIOSO.

12. El que piensa que la poesía es decir cosas lindas y correctas, y lamenta la vanidad de algunos autores, sólo porque piensa que el mundo es Carolina en las montañas, y aún te dice que los grandes logros vienen siempre del trabajo, la bondad y la justicia, y da por hecho que los grandes vates fueron santos, todo porque no ha leído sus biografías, que si las leyera hasta Atila le parecería un niño de San Ildefonso, GILIPOETA DE AGUA BENDITA Y PRIMERA COMUNIÓN.

13. El que frecuenta a poetas célebres y se hace fotografías con ellos, y piensa que la literatura es un coctail, y cree que así adelanta en la diadema de Apolo, y aún te dice que es amigo de tal y de cual, como si no fuera público que nunca hubo amistad entre dos poetas, salvo las veces que se unen para atacar a un tercero, GILIPOETA DE AYER ESTUVE CON MENGANO.

14. El que afirma que poetas como Poe, Verlaine o Ginsberg deben su estro a las drogas, y para ello ha pasado sucesivamente por el vino, la cerveza, el whisky, el vodka, el hachís, el LSD y la cocaína, para lo cual ha tenido que vender las joyas de su madre, aparte de la temporada que pasó en una clínica de desintoxicación, y aún sospecha que sus versos no mejoran porque no acierta con la sustancia adecuada, como si fuera tan fácil hacer un caballo andaluz de un burro manchego, GILIPOETA SUSTANCIOSO Y CAMELLERO.

15. El que asegura que el intríngulis de los grandes poetas fue su vida desgraciada, y se lamenta de haber nacido en La Moraleja, y a veces pierde los nervios contra sus padres, a los que acusa de haberle mimado a caviar, colegios de pago y niquis de cocodrilo, pues piensa sin duda que le han arruinado el talento que de todas formas no tenía, GILIPOETA DE VETE A MAMARLA.


SE RUEGA A LOS GILIPOETAS QUE SE ARREPIENTAN, CESEN EN SUS GILIPOETECES Y COMIENCEN A ESCRIBIR (MEJORES) VERSOS.


23 de septiembre de 2008.